Energía y Seguridad
"La Contaminación Lumínica es también un fenómeno que tiene consecuencias a nivel global, ya que contribuye al Cambio Climático."
La huella de carbono es la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten debido a la quema de combustibles fósiles. Los gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono) contribuyen al cambio climático, atrapando el calor que de lo contrario, escaparía hacia el espacio.
Gran parte parte de la electricidad se produce por la quema de combustibles fósiles, por lo que la eficiencia de la iluminación exterior es fundamental para reducir la huella de carbono, pero actualmente más del 30% de la energía utilizada para estos fines es desperdiciada al iluminar hacia arriba, sobreiluminar e iluminar superficies y sectores innecesariamente; tomando en cuenta que la iluminación representa entre el 10 y el 11% del uso total de energía, este desperdicio resulta alarmante.
Por norma general más del 50 por ciento del consumo de luz municipal es debido a las instalaciones de alumbrado público, y toda luz no aprovechada debido a los malos diseños de iluminación es de costo de los contribuyentes.
Iluminación y Seguridad
La iluminación nocturna genera una “sensación de seguridad”, pero no necesariamente genera aumentos reales en la seguridad. Un mal diseño de iluminación produce zonas inseguras. Si en los sectores a iluminar no se logra uniformidad, y se combinan sectores oscuros con otros intensamente iluminados, nuestra visión no logrará acostumbrarse a los distintos niveles de luz y nos costará más distinguir los objetos. La iluminación demasiado intensa o mal diseñada puede provocar graves deslumbramientos, siendo este fenómeno aún más peligroso en calles y carreteras.
El deslumbramiento es un fenómeno visual producido por un exceso de luz que recibe el ojo y que la retina no es capaz de tolerar. Cuando la intensidad de la luz es extrema, se reduce el contraste de la imagen retinal y se bloquea la visión más allá del momento de exposición de la fuente luminosa, lo que puede producir inclusive una ceguera temporal; haciendo que el fenómeno sea particularmente peligroso para conductores y peatones nocturnos.
Al conducir más del 80% de la información es recibida a través de los ojos, por lo que el deslumbramiento es un fenómeno particularmente peligroso para automovilistas y peatones.
El fenómeno del deslumbramiento se va agravando con el transcurso de la edad de las personas, siendo particularmente molesto en los adultos mayores. Las luminarias LED blancas, ricas en luz azul, son particularmente deslumbrantes.
Las luces que están mal protegidas contra el deslumbramiento también tienden a causar sombras oscuras que pueden ocultar fácilmente a los intrusos, favoreciendo acciones delictuales. Numerosos estudios muestran también que el impacto de la iluminación en la criminalidad es significativamente más bajo que lo que usualmente creemos. Aún más, es difícil separar la falta de iluminación, de otros factores sociales y económicos que se correlacionan de forma más directa con la criminalidad.
Desafortunadamente, evitar la luz nocturna es poco factible en el mundo actual. Por lo tanto, algunas alternativas más prácticas serían el desarrollo de fuentes lumínicas que excluyan las longitudes de onda específicas que inhiben la sintesis de melatonina, la producción de gafas o lentes de contacto que filtren estas longitudes de onda y la fabricación de pantallas para lámparas que reduzcan la luz que las traspasa.