Respecto a las luminarias y ampolletas, las tonalidades de luz admitidas y recomendadas se encuentran por debajo de los 2700°K (cuadro verde). Si vivimos en una comuna dentro de un Área Astronómica o Protegida; la tonalidad será la del primer foco (izquierda).
En el cuadro amarillo se indica la tonalidad máxima para iluminar cualquier cancha deportiva amateur. En el cuadro naranja la tonalidad máxima solo para canchas profesionales y/o federadas. En rojo las tonalidades de luz estrictamente prohibidas correspondientes al blanco frío.

En cuanto a las luminarias para exteriores, cumplen la normativa aquellas cuya fuente de luz se encuentra oculta de la visión directa cuando la observamos desde cierta distancia, es decir que poseen un apantallamiento del mismo cuerpo del artefacto que impide que haya emisión de luz en ángulo cercanos a la horizontal y por encima de esta (cierre total o fully shielded).
Todo lo anterior considerando la luminaria o artefacto en su posición normal de montaje. Se debe preferir siempre este tipo de luminaria o artefacto ya que envían la luz donde nos interesa iluminar y no hacia todas las direcciones, lo que produce contaminación lumínica, deslumbramiento y mala iluminación de las áreas de interés.

En la mayoría de los casos las luminarias en exteriores deben montarse siempre a 0 grados respecto a la horizontal, es decir que cierre óptico de la luminaria debe permanecer paralelo al suelo. En el caso que una luminaria tenga cierto grado de inclinación debe portar una visera y/o paralúmen que es un elemento óptico opaco adherido al cuerpo de la luminaria que limita toda la emisión de luz hacia el hemisferio superior.
Cuando se inclina una luminaria no se ilumina mejor, solo aumenta la proporción de luz directa que va hacia el cielo y significa solo un desperdicio de energía eléctrica, y aumento de la contaminación lumínica.

Si bien no es posible determinar el nivel de iluminación sin un instrumento calibrado, en la medida que observemos una instalación de iluminación cuya geometría incluye una distancia entre luminarias relativamente corta y una altura de montaje más bien baja (comparada con otras similares), es muy probable que responda a un caso de sobre iluminación.
Además si percibimos el espacio como muy brillante, y al levantar la vista resulta molesto es casi seguro que estamos deslumbrados; que se exceden fuertemente los limites en cuanto niveles de iluminación y esto se agrava en el caso que se trate de una tonalidad de luz blanca fría.