Luz Azul

Estar expuestos a fuentes artificiales de luz azul fuera de las horas normales de la luz del día, puede interrumpir nuestro reloj biológico, causando efectos negativos en nuestra salud tales como un mayor riesgo de obesidad, depresión y potencialmente algunos tipos de cáncer.

La luz del día es una luz blanca compuesta por la totalidad del espectro de luz visible. Podemos ver el espectro de colores en un arco iris porque la luz solar se refracta a través de las gotas de lluvia separa la luz blanca del día en diferentes longitudes de onda, las que son percibidas por el ojo como diferentes colores.

El sol emite radiación en el infrarrojo, en la región visible y en el ultravioleta del espectro electromagnético, pero alcanza su punto máximo en la región visible. Además es una fuente de luz dinámica ya que su luz varía según su ubicación, la hora del día, al temporada y las condiciones climáticas y de contaminación atmosférica. Durante el día la luz visible y la radiación ultravioleta van aumentando su intensidad hasta alcanzar su máximo temprano en la tarde. Estas intensidades decaen significativamente al final de la tarde.

La luz azul y violeta poseen las longitudes de onda más corta y por lo tanto mayor energía, encontrándose al final del espectro visible. El componente azul de la luz solar le da al cielo su característico color azul porque se dispersa más fácilmente en la atmósfera que el resto de la luz visible. La región “azul” del espectro se extiende aproximadamente desde los 424 a los 500 nanómetros de longitud de onda.

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Paisaje iluminado con distintas temperaturas de color según la hora del día.


Fuentes artificiales que contienen luz azul

Las fuentes de luz artificial son altamente utilizadas en nuestra vida cotidiana. Las fuentes de luz de amplio espectro son aquellas que abarcan el espectro visible produciendo como resultado luz blanca, en lugar de una luz monocromática de un estrecho rango de longitudes de onda.

Las tecnologías de iluminación de amplio espectro tienen una vasta gama de aplicaciones en sistemas de iluminación y en tecnología digital, utilizándose en iluminación del hogar, pantallas de computadoras y teléfonos, televisores, seguridad, arquitectura y alumbrado público.

En el hogar las personas pueden estar expuestas a la luz azul a través de la iluminación doméstica y mediante el uso de pantallas emisoras de luz, tales como computadoras, televisores, teléfonos inteligentes, tabletas y eReaders.

La iluminación residencial ha cambiado drásticamente, pasando de las tradicionales lámparas incandescentes a los LED modernos. Se prevé que los diodos emisores pronto serán más de 70% del mercado mundial de iluminación residencial.

Las tecnologías de visualización también se encuentran presentes en muchos actividades de la vida moderna en forma de computadoras monitores, proyectores, teléfonos inteligentes, tabletas y televisores. Una cantidad sustancial de nuestro tiempo es utilizado en el uso de teléfonos inteligentes, tanto en el día como en horas de la noche. El uso de estas tecnologías de visualización digital durante gran parte del día y la noche nos exponen a altas cantidades de luz azul fuera de las horas normales del día.

La iluminación exterior también puede son una potencial fuente de exposición a la luz azul. En todo el mundo, muchas fuentes de iluminación exterior se están cambiando a LED porque son energéticamente más eficientes y duraderas, proporcionando una óptica más precisa, pero las luminarias LED blancas tienen una mayor proporción de longitudes de onda azul que las farolas de alta presión de sodio amarillo-naranja a las cuales están remplazando.


El recambio

Lamentablemente, toda la primera generación de LED utilizaban fuentes frías, de 4.000 o 5.000K o incluso más frías, provocando rechazo en muchas comunidades. Posteriormente se empezaron a utilizar fuentes más cálidas, como los LED de 3.000 o 2.700K, con lo cual el contenido de luz azul se reducía de manera significativa. Más recientemente han aparecido los LED ultra cálidos o ámbar, disponibles para alumbrado de calles. Estos LED ámbar monocromáticos, son equivalentes a las lámparas de sodio de baja presión (SBP), y son aptos para zonas ambientalmente sensibles, como las cercanías de parques nacionales u observatorios astronómicos.

Otra opción parecida es el LED PC ámbar, de Phosphor Converted, en donde se consigue mejor rendimiento general y también un mejor CRI. Esta opción es más apropiada para ambientes urbanos o industriales y es similar en muchos aspectos al sodio de alta presión, que puebla todavía las calles en todo el planeta.

Más recientemente se ha introducido el LED PC ámbar con filtro, el que en realidad suele ser un LED frío (4.000K por ejemplo) sobre el cual se le adiciona una lámina de metacrilato de color ámbar. Con esta técnica se consigue un mejor rendimiento y una mejor reproducción del color, haciéndola una muy buena opción para reemplazar masivamente las luminarias con lámparas de sodio de alta presión.

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Calle iluminada con tecnología Pc-ámbar. Tenerife-España

Los principales beneficios de esta tecnología para iluminar entornos de alto interés natural y protección se basan en la eliminación del espectro de emisión alrededor de los 440 Nm, principal causante de la degradación de la calidad del cielo y un alto índice de reproducción, CRI, alrededor de 40, lo que significa una mejora del 60% respeto a las luminarias de vapor de sodio de alta presión que solo tienen un valor de 25.



Las preocupaciones referidas al color están claramente expuestas en el publicación de la Internacional Dark-Sky Association (IDA) llamado “Problemas de visibilidad, ambientales y astronómicos asociados con el alumbrado de exteriores abundante en azul” de 2010.

En la publicación “Human and Environmental Effects of Light Emitting Diode Community Lighting” de la American Medical Association (AMA) de junio de 2016, concluye que los LED blancos usados en la iluminación pública podrían contribuir al riesgo de enfermedades crónicas en la población de ciudades en donde se instalen y operen. AMA recomienda minimizar y controlar la luz blanca en entornos públicos usando las más mínimas emisiones de luz blanca que sean posibles, para reducir los efectos potenciales negativos para la salud humana.

Según el Atlas Mundial de Luz Artificial de Noche (World Atlas of Artificial Night Sky Brightness) las calles iluminadas con fuentes de 4.000K producen 2,5 veces más contaminación lumínica.


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